Peliculas del recuerdo: 2016-02-28

El club de los poetas muertos (1989, Peter Weir) Dead Poets Society



“Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así; y siempre así será”.

“¡Oh, Capitán, mi Capitán!”.



Dirigida por un Peter Weir (para mí un maestro en el séptimo arte) quien ,como en la mayoría de sus películas, imprime su genuína y alternativa visión del mundo y de la vida (recordemos La última ola, Galipolli, Único testigo, La costa de los mosquitos, El show de Truman ...), El club de los poetas muertos es  un clásico ochentero que cautivó a crítica y público recaudando la increíble cantidad (sobre todo para tratarse de un drama) de casi 236 millones de dólares y cosechando multitud de premios. La película narra la relación entre un nuevo profesor de literatura  y sus alumnos  en uno de los internados más prestigiosos, estrictos y exigentes a finales de los años 50 en el noroeste de los Estados Unidos. La historia es obra del guionista Tom Schulman, quien se basó en sus propias experiencias como estudiante. A destacar también la música del ganador de tres Oscars, Maurice Jarre.

El club de los poetas muertos supone una visión rupturista contra los valores establecidos en cuanto a la educación académica y familiar por la que muchos jóvenes se vieron oprimidos en ese tiempo y lugar, pero que se puede generalizar a muchos ámbitos  (seguro que muchos nos sentimos identificados). Y es que John Keating - un magnífico Robin Williams al que Weir dio manga ancha a la improvisación – ejemplariza el ariete que pretende desmontar ese rígido sistema por el que los alumnos de la Welton Academy se ven costreñidos y que ven en él una válvula de escape hacia mundos inexplorados y llenos de posibilidades, hasta entonces, inéditas. 



Keating no enseña literatura. Keating supone un choque frontal a sus mentes bisoñas repletas de información académica , pero vacías del jugo de la vida. Carpe Diem, es la primera lección de Keating: aprovechad el momento, pues cuando menos esperéis estaréis criando malvas. 

“Toma las rosas mientras puedas;
veloz el tiempo vuela,
la misma flor que hoy admiras
mañana estará muerta”.

Pero también versan sobre el amor, el aceptar puntos de vista diferentes, la búsqueda de las pasiones, de los sueños, el seguir un camino propio ...

"Todos necesitamos ser aceptados, pero deben entender que sus convicciones son suyas. Aunque a los otros les parezcan raras o impopulares, aunque el rebaño diga "eso esta maaaal" (como si estuvieran balando)... deben encontrar su propio paso, su propia manera de caminar, en cualquier dirección, como quieran, sea ridícula, orgullosa, como sea".

Y por supuesto, sus enseñanazas son una delicia para todo amante de la literatura. Autores como Walt Whitman, Shakespeare, Robert Frost, Alfred Lord Tennyson y Lord Byron .

"No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos" .



Como veis, la película está repleta de frases memorables. Pero no se puede afrontar la película aceptándo sin más sus enseñanzas de un modo ciego y dogmático. El propio Keating cae, en varias ocasiones, en los mismos errores de dogmatismo que el achaca a la educación que se imparte en la Welton Academy. En mi opinión, tan sectaria es la enseñanza en el centro como obligarles a arrancar la introducción de Evans Prichard o el saltarse el estudio de autores realistas. ¿Por qué sólo centrarse en el romanticismo y obviar los estudios filosóficos y otro tipo de literatura? Ese es la mayor pega de Keating: en ocasiones actúa de la misma manera que el enemigo a quien pretende combatir. 

No obstante, la película no resulta tan maniquea, y consta de varios momentos en los que equilibra un poquitín la balanza. Uno es cuando abronca a un alumno que pretende que lo expulsen bajo su consigna del Carpe Diem inculcándole la virtud de la prudencia. Otro es cuando el joven Todd (Ethan Hawke, quien quedó impresionado con Robin Williams como actor) , escribe la consigna del  Carpe Diem en una hoja para, tras la visión del tocho de libros que tiene que estudiar, arrugarla y lanzarla a la papelera. Y es que, ¿cómo diablos va a aprovechar el momento bajo esas circunstancias?

Al final, todo ese optimismo y vitalidad desbordantes se ven aplastadas por la cruda realidad. Y el Club de los poetas muertos , y como no, Keating, van a ser el chivo expiatorio por la directiva como consecuencia de la muerte de Neil , uno de sus más insignes estudiantes (Robert Sean Leonard), quien prefiere suicidarse a seguir el camino implantado por su padre y que le obliga a renunciar a su pasión: el teatro. 

Pero este final tiene un matiz agridulce cuando, en lo que es una de las escenas más emotivas que nos ha dado el séptimo arte, muchos de ellos vuelven a rebelarse al subirse encima de sus pupitres al grito de: “¡Oh, Capitán, mi Capitán!”.


GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA




TRAILER


Pesadilla en Elm Street 5: El niño de los sueños (1989, Stephen Hopkins) A Nightmare on Elm Street: The Dream Child


Un año después de los acontecimientos ocurridos en Pesadilla en ElmStreet 4: El amo del sueño (1988, Renny Harlin), Alice (Lisa Wilcox) y Dan (Danny Hassel) continúan su relación al tiempo que se gradúan en el instituto en compañía de sus nuevos amigos Greta, Mark e Yvonne. Freddy Krueger no ha dado señales de vida, pero cuando Alice se queda embarazada las pesadillas no tardar en regresar ...


Curiosamente, la historia de esta quinta parte había sido ofrecida a la New Line por el guionista Leslie Borden para Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño. El guión, lógicamente, fue rechazado, pero años después la New Line contactó de nuevo con Borden para materializar su propuesta de manos del desconocido director Stephen Hopkins (recordemos que salvo Wes Craven, todas las partes anteriores también fueron dirigidas por novatos) al que dieron dos meses de plazo para entregar la película. En coherencia con la anterior secuela, El niño de los sueños continúa la historia ahí donde la dejó El amo del sueño, Lisa Wilcox y Danny Hassel repiten en sus papeles de Alice y Dan y, por supuesto, Englund hará de las suyas como Freddy.



El niño de los sueños, si bien alejada de ese terror espectacular y festivo de la tercera y la cuarta parte, amerita virtudes que la ensalzan como una película bastante superior a lo que la recordaba. Y es que marcada a fuego con un tono deliberadamente oscuro y gótico despliega una atmósfera opresiva y una imaginería visual apabullante que hará las delicias de cualquier amante del cine fantástico y de terror. Para lograr esto se basa en el uso del filtro azul en la iluminación, grandilocuentes decorados (como el del sanatorio mental) y la inquietante música de Jay Fergusón. Además, algunas de las secuencias oníricas son tan impresionantes como la fusión del hombre y la máquina que protagoniza Dan junto a su moto o la la lucha de Mark y "Super Freddy" dentro de un cómic.







Pero su trama no se queda atrás en cuanto oscuridad y - quizás con un ritmo más lento a lo que estamos acostumbrados - pone encima de la mesa temas tan controvertidos como la anorexia, la conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, la maternidad juvenil o el aborto y el derecho de la madre a decidir. Al tiempo, nos muestra el origen de Freddy con la escena de violación de los cien maníacos a una monja (Amanda Krueger, su madre).





Pienso que esta temática dura e "incómoda" y el lógico cansancio que se presupone tras cinco partes son los responsables de la tibia acogida por parte de un público que reaccionó mal en taquilla (con 22 millones de dólares fue la recaudación más baja hasta entonces) y que , en general, la considera una de las peores de la saga. Hay quien echa la culpa a un mal guión en el que el regreso de Freddy a través de los sueños de un niño no nato no tiene ni pies ni cabeza, pero si os paráis a pensar, después de la pesadilla homoerótica que supuso La venganza de Freddy, y su resurrección en El amo del sueño por medio de una meada de perro, lo descabellado es sugerir que esta trama sea descabellada ...


GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA




TRAILER


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